Más de uno nos hemos encontrado en el duro trance de tener que comunicar a nuestro hij@ la muerte de un ser querido. Siempre nos surge la misma duda, ¿cómo se lo digo? En nuestro artículo de hoy intentamos contar cómo dar esa explicación.
Los psicólogos recomiendan decir siempre la verdad, sin rodeos ni mentiras, pues la muerte forma parte del ciclo de la vida y hay que hablar de forma natural de ella. A la hora de dar la explicación hay que evitar utilizar metáforas que puedan confundir al niño. Por ejemplo, si le decimos que nuestro ser querido está en una estrella, puede hacer entender al niño que en algún momento va a volver y es algo que tiene que estar muy claro: nuestro ser querido, no volverá jamás.
De la misma forma, no se debe esconder la tristeza, hay que hacerles ver que estamos tristes y que a nosotros también nos afecta. Es algo de lo que hay que hablar, si necesitamos llorar no escondernos, para enseñarle que, durante un tiempo, necesitamos pasar un duelo para poder superar ese dolor. Es necesario hacerle entender que él también necesita mostrar sus emociones, a través del llanto, de dibujos, de comentarios hablados... Según el psicólogo Vicente Prieto "hay que enseñarles que lo que están sintiendo es tristeza, y que eso es normal, para que los niños más pequeños aprendan a identificar esas emociones".
Si el niño es lo suficientemente mayor como para comprender lo que va a ver y a escuchar, es recomendable que participen en los rituales de despedida.
La Dra.Pamela Rojas (médico familiar) hace un desglose de las emociones del niño, según su edad:
- 0 a 2 años: no saben qué significa el concepto de muerte. Perciben la ausencia del ser querido y lo exteriorizan en conductas de protesta, desapego y desesperación.
- 3 a 5 años: a través de su pensamiento mágico, ven la muerte como algo temporal, pudiendo establecer conversaciones con el fallecido. Se hacen preguntas como: "¿Puede oírme?, ¿Puede comer?, ¿Cómo respira debajo de la tierra?
- 6 a 8 años: la muerte es interpretada como un castigo. Suelen surgir preguntas como "¿Tú también te vas a morir? También pueden darse preguntas más morbosas: ¿Qué pasa con el cuerpo? ¿Le salió mucha sangre?
- 9 a 12 años: se asume la muerte como algo irreversible, que puede afectar a cualquiera. Pueden vivirla como un castigo por malos comportamientos. A esta edad suele haber mayor dificultad para hablar de ella y se puede dar una alta dependencia del padre sobreviviente.
- 13 a 18 años: se adquiere interés por la muerte y sus ritos.
La Fundación Mario Losantos del Campo recomienda los siguientes libros para ayudaros a tratar el tema de la muerte con los niños:
- "El pato y la muerte": está pensado para niños a partir de 6 años. Combina la conversación entre un pato y la muerte y preciosas ilustraciones. Válido para hacer entender al niño el concepto de muerte.
- "No es fácil, pequeña ardilla": este libro trabaja las emociones y la culpa de los niños que están en duelo.
- "Te echo de menos": indicado para niños a partir de 6 años. Aclara el concepto de irreversibilidad de la muerte y explica lo que significa "echar de menos a alguien". Ayuda a que los niños expliquen con palabras lo que sienten.
- "Para siempre": orientado para niños de Educación Infantil y primeros cursos de Educación Primaria. Aborda cómo dar un homenaje a un familiar fallecido y trabajar su recuerdo.
- "Nana Vieja": trabaja el concepto de vejez, dando como final el fallecimiento de una abuela y de la despedida de ésta con su nieta.
A continuación os dejamos enlaces de interés, de esta misma Fundación:
- Servicio gratuito de Psicoterapia de duelo de FMLC
- Servicio gratuito de Piscoterapia para niños y adolescentes de FMLC
- "Explícame qué ha pasado". Guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños.
- "La mujer que me escucha". Blog sobre la superación del duelo, de Pedro Alcalá.
- Proyecto "Aprendo a vivir, Explicando el morir". Charlas gratuitas en colegios para explicar el duelo infantil a padres y profesores.
- Área de Psicología de duelo de FMLC.
Esperamos haberos ayudaros con esta información. Si queréis contarnos vuestras experiencias, puede que ayudéis a otros padres que ahora se encuentren en la misma situación.
Artículo redactado por Nuria (bloguera de cucu-tras)